
Amigos, ya se halla su seguro servidor de vuelta a ese cúbiculo que el Granhermano tiene a bien concederme en ese campo de concentración urbano en el que se consumen nuestras vidas, manteniéndonos alejados, por nuestro propio bien, de toda aquella experiencia vital que haga honor a su nombre. Así que, reincorporado a esclavitud, ya quedan tremendamente atrás terceros ojos, drogasblandas que parecen de las duras, crematorios a orillas de afluentes del Ganjes, Anapurnas, lagos imposibles, pagodas en remotas montañas, monos, ratas, selvas y cervezasdemediolitroparamerendar.
Para hacer más llevadero este retorno, y no acabar inmolándose en honor de la diosa Kali en un vagón de metro cualquiera, anda servidor reconciliándose con muñonismo y con aquello de llenar de mierda páginas eneras de cuadernos, además de estar imbuído en proyecto (de esos que hacen perder dineros y aumentar incomprensión de allegados) que, confío, sea del agrado, o por lo menos complicidad, de ustedes, bienhechores míos.
Además dos recomendaciones de grupismos nuevos para que la bandasonora de su cotidianeidad sea acorde con lo perverso de sus mecanismos: CPC Gangbangs (discacismo en Swami, como bien se intuía en sus previos sínguels, va a ser el único disco de garagepunk que necesiten este año), Warkrime (discazo-discazo de estos hijos bastardos de Void) y Homostupids (guarrerida jarcor que hace que Negativefx parezcan, no sé, supertramp). Aparte, mucho Necros, Circlejerks, Buzzcocks y Hubblebubble.